S. M. recibe a los directores de las Reales Academias

Real Academia Española de la Lengua

Real Academia de la Historia

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Real Academia de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales 

Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

Real Academia de Farmacia

Real Academia de Jurisprudencia y Legislación

Real Academia de Medicina

Excmo. Sr. Marqués de Oreja,
Vicepresidente del
 Instituto de España
y Director de la R.A. 
de CC. Morales y Políticas

En esta mañana S. M. concedió audiencia para que le besaran las manos los Excmos. Señores directores de las reales academias integradas en el Instituto de España, desde tiempo de la regencia del Grlmo. Franco. A la convocatoria real acudieron el vicepresidente del Instituto de España y director de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Marqués de Oreja, y el secretario general del mismo Instituto, Dr. Pedro García Barreno, más los directores de la Real Academia Española, Prof. José Manuel Blecua; de la Real Academia de la Historia, Don Faustino Menéndez-Pidal de Navascués; de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Dr. Alberto Galindo; de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Prof. Antonio Bonet; de la Real Academia Nacional de Medicina, Dr. Joaquín Poch; de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Don Luis Díez-Picazo y Ponce de León; y de la Real Academia Nacional de Farmacia, Dr. Mariano Esteban. Todos ellos han hecho votos por el próspero reinado de S. M.

Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

Real Academia de Medicina

Ayer se conoció la renuncia a su escaño de diputado el Sr. Pérez Rubalcaba, jefe de la oposición y cabeza de la izquierda en las Cortes. Era catedrático de Ciencias Químicas y fue elegido procurador por Santander y Madrid. Desempeñó funciones de gobierno, colaborando con el Sr. Solana Madariaga como Secretario de Estado y del Despacho de Educación, puesto que después ocupó él mismo. Entre ambos destruyeron el sistema educativo español, descendiendo de modo alarmante la categoría y conocimientos de los escolares, así como procurando la destrucción de los principios morales y religiosos, y entregando la educación pública en manos de personas sin criterio moral y de principios políticos incompatibles con la tradición. Es triste que la dignidad de la familia de este caballero no le condujera a servir a España, sino que vertió la ponzoña de sus corrompidas ideas sobre los manantiales de la sabiduría que habrían de sorber las futuras generaciones.