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| D. Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos, que Dios le acoja |
España entera habla, muchos lo lamentan y otros no tanto, por la rápida muerte de D. Emilio Botín, un riquísimo banquero de Santander que ha dejado dinero a todos los gobiernos de S. M. desde hace décadas. Todos le temían y le obedecían. Era un hombre mayor, de gran brío que quizá rayaba con el despotismo. Pero hizo crecer mucho su banco y lo regió con acierto y beneficios. Además lo mantiene en su familia. Su bisabuela y su padre hallaron las pinturas rupestres de Altamira. Dios le acoja en su seno, porque aunque los que tienen cuentas con el dinero y los préstamos, es difícil que pasen por el ojo de una aguja, al menos él procuraba frecuentar los santos sacramentos. A su esposa, Paloma O'Shea Artiñano, S. M. le confirió el Marquesado de O'Shea y convoca todos los años un certamen mundial de piano, y realiza muchas otras obras buenas.Tenía negocios por el mundo entero, y ayudaba a jóvenes con becas para estudiar y a otros para hacer ejercicios y juegos. De todo sacaba nuevas rentas. Se encontró enfermo en el Certamen de Autos de "Fórmula I" de Italia, donde se encontraba subvencionando a un competidor español, llamado Alonso.
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| Marqués Lucas Cordero Lanza di Montezemolo |
En ese certamen se usan máquinas de motor que fabrica la factoría Ferrari, erigida por esta familia pero que desde hace 20 años llevaba el Marqués Cordero Lanza de Montezemolo, pariente del cardenal de Santa María in Portico Campitelli. El Marqués ha anunciado hoy que se va a dedicar a otros negocios, y abandona Ferrari.
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| José Oliu, banquero de Sabadell, mecenas de un trofeo de juego de pelota, con el Sr. Conde de Godó |
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| Isidoro Álvarez, en su comercio de El Corte Inglés |
También está convaleciente de mal del corazón el muy opulento Isidoro Álvarez, quien gobierna todos los negocios del Corte Inglés. Es un señor de orígenes bajos, muy gordo, y aspecto bonachón, muy trabajador y muy austero.
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| La Sra. de Aznar |
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| entre otros defectos, maneras y actuaciones impropias de una mujer, decente y razonable, la Sra. de Aznar, fuma |






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