Palacio Real de Oriente, donde reside S. M. Católica

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tras los densos nubarrones, refulge el cielo azul

jueves, 24 de julio de 2014

Jornadas reales en Francia, y antes en Marruecos y Portugal


  • S.M. el Rey prosigue sus visitas de Estado, siendo acogido con gran consideración y respeto. Ya estuvo en Marruecos dos días, consolidando la relación con la monarquía alauita, cuyas acciones políticas son a menudo contradictorias con España, a la que tanto debe. En el trono de Marruecos Mohamed VI sucedió a su padre, Hasán II, muy odiado en el interior y muy ladino en el exterior. Su alianza incondicional con los estadounidenses le valió el apoyo de éstos en una operación llamada "marcha verde", mediante la que se hicieron con el Sáhara español en 1975, para incorporarlo contra toda ley y derecho. 
Ahora ellos han conducido de modo muy interesado y hasta malvado la contención de muchos africanos negros que a través de su territorio llegan a España a través de Melilla, sin ningún tipo de seguridad ni cuidado. Este es el momento en que los marroquíes parece que colaboran en este punto con los españoles, pero siempre a trueque de obtener ventajas pesqueras y ayudas en dinero.
SS.MM. Don Felipe VI de España,
con el collar Wissam Al Mohammadi,
 y Mohamed VI de Marruecos
 

El rey de España ofreció al de Marruecos una cena al llegar la hora final del ramadán, que con más formalidad que convicción, sigue la corte alauita, cuyo soberano se dice descendiente del profeta Mahoma. 


    S.M. Don Felipe VI, con Aníbal Cavaco e Silva 
  • S. M. visitó también Portugal. El viaje fue rápido, pero con provecho. Fue recibido por el presidente Aníbal Cavaco e Silva, elegante caballero que ejerce las funciones representativas en tanto se adopte el procedimiento para que Don Eduardo Pío de Braganza y Orleans-Braganza acceda al trono con el nombre de Eduardo III (allí dicen Don Duarte III). Por cierto que la situación financiera de nuestros vecinos es agobiante, por la desconfianza con que se mira al Banco Espirito Santo, el más importante que tienen, fundado hace siglos por la familia de tan devoto apellido (demasiado devoto para ser cristiano sin sospecha), y que ahora distintas operaciones de sus agentes por el mundo han provocado su descrédito y sospecha de falta de solvencia. Su negocio es tan grande que su ruina amenaza aun a las finanzas del Estado.



    S.M. Don Eduardo III de Braganza
    y Orleans-Braganza, de Portugal,
    y su esposa, Dª Isabel Inés 
    de Castro Curvelo de Heredia
    S.M. Don Felipe VI de España
     cumplimentado por Don Duarte de Portugal,
    ante Cavaco e silva
  • Ayer día de Santa Brígida, S. M.  realizo el esperado viaje real a Francia, donde las excelentes relaciones culminaron cuando su augusto padre confirió la exclusiva Orden del Toisón de Oro a M. Nicolás Pablo Esteban Sarközy de Nagy-Bocsa, el anterior Presidente, algo inaudito por tratarse del jefe de un Estado que destronó a la Casa de Borbón. Pero Sarkozy, al menos, era un aristócrata húngaro por su nacimiento.


La Francia tiene como actual presidente a Francisco Hollande. El sistema de gobierno entre los franceses ha sido entregado a unas votaciones, en que en uno o dos turnos, entre todos eligen a quien ostenta el poder absoluto. Los franceses son amantes de las innovaciones y las paradojas, y eligieron a Sarkozy en vez de una mujer llamada Segolena Royal, que era la concubina de Francisco Hollande. Cuando años después se cansaron de Sarkozy, eligieron a este Hollande.
S. M. habló con las primeras autoridades del Estado, además de M. Hollande, fue recibido por los presidentes de las dos cámaras de representantes populares y por el primer ministro, M. Manuel Valls, nacido en Barcelona, pero naturalizado francés. Como los demás gobernantes de la Francia de nuestros días, es bajo y feo, además de soberbio y muchas veces despótico.

Con estas jornadas S. M. ha querido presentarse al inicio de su reinado a las potencias más vinculadas con España: primero a Su Santidad, luego a Portugal, al reino de Marruecos y a la Francia.

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